Tres de cada cuatro españoles tiene algún problema visual
Un estudio realizado por la Clínica Baviera (Madrid -España) en 2017, estableció que al menos tres de cada cuatro españoles sufría problemas de visión, lo que en términos porcentuales se correspondía con el 72% de la población.
Según estos especialistas, la mitad de la población (aproximadamente el 44,5%) sufre presbicia (también conocido como el síndrome de vista cansada), una enfermedad que suele aparecer con el envejecimiento, especialmente en personas mayores de 40 años.
Sin embargo, la presbicia no es la única deficiencia visual.
¿Cuáles son las enfermedades de la vista más comunes?
– Presbicia: Es un defecto visual refractivo que se debe a la pérdida de elasticidad de la lente natural del ojo que impide a la persona enfocar imágenes a diferentes distancias.
La presbicia es una enfermedad que no se puede prevenir, pero sí disminuir sus consecuencias una vez ha aparecido, por ello es importante asistir periódicamente al oftalmólogo para una detección temprana y comenzar cuanto antes con el tratamiento que corresponda.
– Cataratas: Esta es otra enfermedad de la vista que suele aparecer con el paso de los años, en este caso, la mayor tasa de incidencia está en personas mayores de 60 años. Estadísticamente, se calcula que 3 de cada 4 personas la padecen y es de las deficiencias más operadas.
Las cataratas no se pueden prevenir, pero su aparición sí se puede reducir o retrasar llevando una vida sana y evitando, por ejemplo, la exposición al sol sin gafas.
Especialistas de la oftalmología indican que todas las personas, en algún momento a lo largo de su vida, sufrirán de cataratas, sea por su aparición con el paso de los años o por herencia (en estos casos, su incidencia o aparición suele ser en edades más tempranas).
Las cataratas se pueden operar. De hecho, con la cirugía se pueden conseguir resultados muy satisfactorios. Ahora bien, es importante destacar que para prevenir las cataratas (en los casos no hereditarios), hay que evitar el consumo de alcohol, el tabaco y la exposición directa al sol.
– Glaucoma: El Glaucoma es otra enfermedad de la vista por la que se pierde visión de manera gradual. No suele presentar ningún tipo de sintomatología, por lo que pude aparecer de manera repentina.
La razón por la que una persona puede sufrir un glaucoma es porque el sistema de drenaje del ojo se obtura, taponándose el fluido y aumentando la presión en el nervio óptico, siendo posible llegar a provocar la pérdida parcial o total de la visión.
El glaucoma no se puede prevenir y hay factores que desencadenan su aparición, como, por ejemplo:
- Edad: personas mayores de 60 años son más sensibles a padecerlo.
- Personas de origen hispano en edad avanzada o de ascendencia africana.
- Parientes de personas con glaucoma (herencia).
- Personas con miopía.
- Personas con diabetes.
- Personas que usan esteroides de manera prolongada.
– Miopía: Se define como un defecto de refracción ocular, lo que impide a la persona ver o enfocar con claridad objetos cercanos. Se estima que por lo menos un 30% de la población de occidente padece miopía.
Las causas de esta enfermedad son netamente alusivas a la córnea, sea porque es demasiado curva o por un alargamiento del globo ocular.
La miopía puede afectar a cualquier persona de cualquier edad, siendo el factor hereditario la causa más común de su padecimiento, aunque también existen aspectos medioambientales, patológicos o tóxicos que puedan incidir en su aparición.
- Genética: Suele ser por línea directa, es decir, el hijo de uno o dos padres con miopía tiene mayor probabilidad de padecerla.
- Factores medioambientales: Por una exposición frecuente a dispositivos electrónicos o por desarrollar poca actividad al aire libre.
- Factores patológicos: Existen enfermedades relacionadas con la córnea que pueden inducir a sufrir de miopía. Ejemplo: el queratocono o algunos tipos de cataratas.
- Factores tóxicos: El consumo de ciertas sustancias puede provocar alteraciones temporales o definitivas.
– Astigmatismo: Esta es una imperfección también muy frecuente en la población infantil, juvenil y adulta.
Se produce por la curvatura del ojo que provoca una visión lejana o cercana borrosa. Esta anomalía en la córnea suele ser congénita y su padecimiento puede provocar otras patologías como la miopía o hipermetropía.
No suele ser grave, con lo cual no siempre es necesario tomar acciones correctivas, pero cuando sí lo es, la manera de tratarla es con lentes o con cirugía.
Dentro de los síntomas más comunes están:
- Visión borrosa
- Cansancio o incomodidad ocular.
- Dolores de cabeza.
- Dificultad con la visión.
- Ojos entrecerrados para poder mejorar la visión.
– Hipermetropía: La hipermetropía es un problema común de la visión por el que la persona puede ver bien objetos lejanos, pero los cercanos los ve de forma borrosa.
Generalmente, la hipermetropía suele ser congénita o hereditaria y se puede corregir de forma muy sencilla (con lentes).
Problemas de visión en niños
Según explica el Centro Oftalmológico de Barcelona, los problemas de visión más frecuentes en niños suelen ser defectos de refracción, tales como: miopía, hipermetropía y astigmatismo, así como también la ambliopía (síndrome del ojo vago), el estrabismo y la discromatopsia (que suelen ser alteraciones en la visión del color).
En los casos más graves, las patologías que todo progenitor debe prestar especial atención son:
– Ambliopía (síndrome del ojo vago). Se refiere a la desviación o desalineación de un ojo. Lo padece entre un 2 y un 5% de la población y es la causa más frecuente de pérdida de visión. Los riesgos de sufrir estar enfermedad aumentan por factores hereditarios o en los casos en los que los niños nacen de forma prematura.
– Estrabismo. Es la pérdida del paralelismo de los ojos del niño y como consecuencia, se produce una desviación anormal de uno o ambos ojos. Suelen padecerlo entre 3% y el 6% de la población en general, sin embargo, suele aparecer desde la etapa infantil y si es diagnosticada en sus fases iniciales puede corregirse y no presentar signos agresivos en la etapa adulta de la persona.
Poner en práctica el cuidado de la visión
Tanto en niños como en adultos, es importante la práctica constante de medidas que puedan prevenir o disminuir el riesgo de sufrir enfermedades en la vista. Ir al oftalmólogo entre una y dos veces año, comer saludablemente y evitar la ingesta de sustancias tóxicas son algunas de las recomendaciones de los especialistas.
En el caso de los niños, las revisiones son importantes porque pueden frenar considerablemente la agresividad de una enfermedad que pudiese estar desarrollándose.
También, como padres, es importante observar la manera de desenvolverse de los niños en cuanto a lo que visión respecta. Si hay dificultad para precisar colores u objetos o dolores de cabeza frecuentes, lo recomendable es llevarlo al médico para que lo evalúe.
En el caso de los adultos, con el paso de los años, presentar enfermedades en la vista es bastante frecuente, por lo que es muy importante realizarse chequeos periódicos para tratar a tiempo las enfermedades mencionadas.
Hay otro aspecto fundamental en el cuidado de la visión y es la exposición indiscriminada a equipos tecnológicos durante todo el día y ahora desde edades muy tempranas. Se ha demostrado que las pantallas tienen la capacidad de resecar tanto la vista que puede desencadenar o activar la posibilidad de sufrir de alguna patología en la vista.
Como una manera de evitar la resequedad visual, se recomienda usar al menos una vez al día gotas lubricantes en los ojos.
Hagamos de este 8 de octubre, el Día Mundial de la Visión, un día importante para concienciar a todas las personas de la importancia del cuidado periódico de la vista.