¿Qué deberíamos saber de la gastritis?
1. La gastritis no es lo que muchos creen
En ocasiones al referirnos a la palabra “gastritis” podemos pensar que esta se refiere a una patología única, sin embargo, no es así.
Se trata de una palabra de carácter genérico que engloba un grupo de enfermedades en el estómago que tienen un aspecto en común: la inflamación del revestimiento del estómago.
Generalmente estas alteraciones o inflamaciones tienen como principal causa la propia infección bacteriana que da origen a la mayoría de las úlceras estomacales. El consumo de sustancias alcohólicas en exceso y el uso frecuente de ciertos medicamentos también contribuyen a la gastritis.
2. Más gente de la que se cree sufre de alguna patología gástrica y no lo sabe
Las estadísticas que manejan las principales organizaciones médicas especializadas en la rama digestiva son alarmantes.
Se estima que cerca del 60% de la población mundial tenga alguna enfermedad que conlleve a una inflamación digestiva, y de ese ratio, un gran porcentaje que desconoce que puede tener alguna bacteria o ulceración en el estómago.
Por lo general, los síntomas más comunes de las gastritis son:
– Dolor o ardor (indigestión) en la parte superior del abdomen,
– Náuseas,
– Vómitos
– Sensación de saciedad en la parte superior del abdomen luego de haber comido.
A pesar de ello, la gastritis no siempre supone presentar alguno de estos síntomas, muchas veces suele ser silenciosa y detonar “repentinamente”.
Todos hemos sufrido de indigestión o irritación estomacal. La mayoría de las veces, suelen durar poco tiempo; sin embargo, si el malestar se prolonga durante unos días o se presenta alguno de los síntomas que hemos mencionado, es el momento de acudir al médico.
La gastritis está estrechamente relacionada con la «Helicobacter Pylori»
La Helicobacter Pylori es una bacteria que se aloja en el estómago. Médicamente se le conoce como “la gran responsable” de la aparición de gastritis, úlceras pépticas y del cáncer gástrico.
Según datos recientes, ha logrado infectar a por lo menos dos tercios de la población mundial, siendo las personas que residen en países subdesarrollados los más afectados, a razón de no contar con acceso a agua potable y ello conlleve a no poder lavar debidamente los alimentos o espacios.
Aunque no se ha logrado determinar todas las formas posibles de transmisión, las que aseguran los especialistas son: por contacto directo con saliva, vómito o materia fecal de una persona que la tenga, asimismo, puede transmitirse a través de alimentos o agua contaminada.
En resumen, los factores de riesgo conocidos son:
– Hacinamiento,
– Vivir con una persona ya infectada.
La mayoría de las personas con infección por H. pylori nunca presenta signos ni síntomas. Por el contrario, cuando sí los manifiesta y en ausencia de una detección precoz, es cuando se puede llegar a padecer de gastritis crónica o incluso úlceras. Y, en los casos más graves, cáncer estomacal.
Los síntomas generalizados más frecuentes tanto en casos de gastritis crónica o ulceraciones a causa de la Helicobacter Pylori son:
– Dolor o molestia en la parte alta y central del abdomen, bajo en esternón,
– Distensión,
– Saciedad precoz,
– Falta de apetito,
– Náuseas y vómitos,
– Oscurecimiento de las heces pudiendo llegar a ser negras como el alquitrán,
– En el caso de padecer de ulceraciones con sangrado, estas pueden causar anemia y cansancio.
Los tratamientos para la gastritis pueden ser variados
En principio, el tratamiento para la gastritis dependerá de la situación de cada paciente, es decir, de las causas que dieron lugar a la inflamación estomacal. Por ello, la importancia de acudir al especialista en caso de padecer alguno síntoma que pueda dar sospecha de padecer de alguna patología estomacal.
La detección precoz de una bacteria o úlcera será determinante en el paciente de cara al futuro, ya que disminuirá en gran medida el padecer de alguna otra enfermedad más grave como lo es el cáncer de estómago.