Neumonía en tiempos de Coronavirus

Tras la llegada del Coronavirus, los niveles de preocupación y seguimiento por parte de las instituciones sanitarias del mundo ante pacientes que tuviesen neumonía o sospecha de padecer esta afección, se elevaron drásticamente.

Esto es debido a que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Coronavirus se define también como una infección respiratoria capaz de generar, en sus casos más graves, neumonía, insuficiencia respiratoria, renal e incluso la muerte.

¿Qué es la neumonía?

La neumonía es un tipo de infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones. Éstos están formados por pequeños sacos (alvéolos), que en las personas sanas se llenan de aire al respirar. Sin embargo, cuando se sufre neumonía, esos sacos se llenan de pus y líquido, lo que hace dolorosa la respiración y limita la absorción de oxígeno.

La neumonía puede ser causada por bacterias, virus u hongos. Es potencialmente mortal si no es tratada a tiempo y de forma adecuada. Siendo más peligrosa en bebés, niños, personas mayores y aquellas que presenten problemas de salud o sistemas inmunológicos debilitados.

Por lo general, el proceso a través del cual un médico logra reconocer una neumonía es a través de la exploración física, pero sobre todo, gracias a las placas de tórax, ya que permiten observar con detalle el estado en el que se encuentran los alvéolos pulmonares.

Diferencias entre la neumonía y el Coronavirus

Tras millones de contagios en el mundo en apenas once meses, las autoridades sanitarias han destacado que los síntomas iniciales más comunes del Coronavirus suelen ser fiebre, cansancio, tos seca, dolor de garganta, diarrea, pérdida del olfato y gusto, dolor de cabeza y de garganta, conjuntivitis, erupciones en la piel, molestias y dolores generalizados.

A diferencia de la neumonía, que suele iniciarse con dolores en el pecho al respirar o toser, tos con flema, fatiga, fiebre con escalofríos, dificultad para respirar, temperatura muy baja (sobre todo en personas mayores o con un sistema inmunitario débil), náuseas, vómitos o diarrea.

Buscar asistencia médica es fundamental

Ante la sospecha de manifestaciones similares a las de la neumonía o Coronavirus, lo primordial es acudir al especialista ya que, en cualquiera de los dos casos, hablamos de enfermedades que de no tratarse adecuadamente y a tiempo pueden ocasionar la muerte.

La neumonía es la principal causa de muerte infantil en todo el planeta, alrededor de 800 mil niños mueren al año a causa de esta enfermedad: uno cada 39 segundos.

Se estima que, reforzando los sistemas de prevención y tratamiento de la enfermedad, podrían evitarse 8,9 millones de muertes en los próximos diez años.

Prevención y tratamiento de la neumonía

Existen pocas medidas para evitar la neumonía. Vacunarse contra la Hib, neumococos, sarampión y tos ferina es la forma más eficaz de prevención.

Una nutrición saludable y equilibrada es fundamental para fortalecer nuestras defensas, así como no fumar, dormir lo suficiente y practicar actividad física de manera regular.

Controlar y corregir los factores ambientales como la contaminación del aire interior o fomentar una higiene correcta son también aspectos fundamentales.

En los casos de personas que padecen asma o bronquitis crónica, se recomienda iniciar un tratamiento antibiótico precozmente cuando aparecen síntomas de infección respiratoria, siempre bajo la supervisión médica.